26 feb 2007

Mala leche y mala memoria

La mala leche de las personas no sólo es perdonable, sino también se agradece; significa que algo de lo que uno tiene es deseable para alguien a niveles que alcanzan el color verde. Que se aproveche para felicitar a alguien para desestimar a otro (o viceversa) tiene un cierto encanto rústico, un olorcillo a municipio de la época anterior al diesel y los camiones chinos de recolección de basura. Lo terrible es la ignorancia y la falta de memoria. Hasta la mala leche, la envidia y las desestimaciones deberían estar documentadas, y hasta para eso hay que tener algo de memoria, a falta de vergüenza. Un ejemplo (capturado antes de que se borre) es la felicitación de Nora Méndez a Eleazar Rivera por haber ganado la segunda edición del premio La Garúa:


Se lee: "FELICIDADES ELEAZAR por tu premio La Garúa 2007, ahora con acta, jurado y todo"
Lo implícito es que en la versión anterior del premio no hubo acta, jurado ni "todo". Y esa versión se la ganó Krisma Mancía, a quien Nora y su esposo aún deben una disculpa por sus insultos. (Aquí está un ejemplo de tantos, y no son los únicos ni es Krisma la única receptora.)
Si Nora hubiera visto el libro de Krisma, o si hubiera leído las noticias que se publicaron en todas partes, sabría que sí hubo un jurado en la primera versión del premio La Garúa, hubo un acta y hubo de todo. Aquí está, destacada en color, el acta en la que se da el premio al Viaje al imperio de las ventanas cerradas, y hasta se lee un pedazo del estudio introductorio de Marta Agudo.



Varias cosas destacables.
1. En su artículo "Oro por lentejuelas", Nora se queja de que en la antología Trilces trópicos, de Editorial La Garúa, no hubo un estudio introductorio, y cita como autor deseable a Pablo García Casado. Tanto en el premio que ganó Krisma como en el que ganó Eleazar uno de los jurados fue... uh... Pablo García Casado.
2. Krisma fue parte del jurado que a su vez le otorgó el premio a Eleazar, o sea que Krisma es parte de lo que hace válido ese premio y esa acta. Y Krisma fue la responsable de dar la noticia en El Salvador. La información de primera mano está aquí. Es decir: en una frase invalida el premio y lo convalida, y los personajes son los mismos: Krisma, García Casado, Joan de la Vega, etcétera.
3. En "Oro por lentejuelas" dice Nora Méndez:

Joan de la Vega es uno de los miles de falsarios que organizan actos, ediciones y premios por el mundo, que no tienen mas sustentabilidad que sus propios criterios, ganas, aspiraciones o buena voluntad... La Garua es el sello editorial de un muchacho de 31 anos, que utiliza metodos poco ortodoxos para conseguir colaboraciones de otros poetas. [...]
Somos ninos jugando con otros ninos... no entiendo por que se insiste en hacer de todo este ritual de tontos una cosa seria, digna de presentaciones en lugares incomodos, de articulos rimbombantes donde se anuncian ganadoras de certamenes, publicaciones... y todo para que una entre de un clic a internet y caiga en la cuenta que La Garua no es un sello independiente sino particular de Joan de la Vega, que recibe colaboraciones de otros, y de vez en cuando, y que hoy por hoy, por lo menos para mi, no tiene mayores pretensiones que la de apoyar el nombre de su creador y convertirse en un sello "productivo" que genere con ciertos efectos de marketing (...poesia emergente... Nicaragua, El Salvador...) la tan ansiada rentabilidad.

No sé cómo puede felicitar a alguien por ganarse un premio en un lugar así, sobre todo si las condiciones que motivaron "Oro por lentejuelas" no han cambiado... Si yo pensara lo mismo, al menos me quedaría callado, como se quedó callada cuando Jorge Galán (su compañero en la colección Nueva Palabra) ganó el premio Adonais.
Por mi parte, contento de que Eleazar Rivera se haya ganado el premio, con un jurado tanto o más estricto que el que le dio el premio a Krisma y al español Diego Vaya... pues ellos a su vez fueron jurados del premio a Eleazar.
De verdad, Nora: necesitas saber de lo que hablas o corres el riesgo de decir todas esas cosas que siempre dices. La espontaneidad está bien para ir al parque a jugar con los niños, para poner el detalle del patito en tu blog o para sonreírle a alguien que te caiga bien, no para las cosas serias. Documéntate antes de escribir algo más que tus poemas, y no pierdas la memoria selectivamente; un día no vas a saber qué recordar.
Claro que hay una interpretación alterna, que quizá no tenga que ver con mi lectura: que le esté diciendo a Eleazar que por primera vez en su vida se ha ganado un premio con acta, jurado y todo. Sería una descortesía, pero a estas alturas ya no sé ni qué pensar.

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Nota bene: ¿Que por qué "defiendo" a mi esposa? ¡Hombre! ¡Porque se me pega la gana!
De nada.

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